¡Ay, Chikungunya!
Por Virgilio López Azuán
Educador
Si fuéramos a elegir la palabra del año yo escogiera “Chikungunya”.
Unos meses atrás nadie sabía que ese vocablo existiera, y cuando los
dominicanos empezaron a pronunciarlo, la lengua, los dientes y los labios no
tenían la disposición, ni habían realizado los ejercicios necesarios para
dominar su fonética. Por eso a la Chikungunya se le llamó de diferentes
maneras: Chiyuncucha, Cuchichuncha,
Chickun, Chiyinyunca, y otras más. Con el paso de los días ya las personas
manejan más o menos la palabra. Ya nuestros órganos fonéticos están dispuestos
para una fácil pronunciación. Y mientras más pase el tiempo, mejor dominio de
la palabra se registrará en todos los segmentos hablantes del país.
La picadura de mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus trasmite esta enfermedad y está presente en
las Américas. Los síntomas pueden presentarse a partir de los 3 o 7 días
después de la picadura del mosquito infestado. Se pueden presentar fiebres,
dolor en las articulaciones, fatiga y depresión; fatiga ,dolores de cabeza,
nausea y sarpullidos. Hasta el momento no existe vacuna para evitarla.
Ya la Organización Mundial de la Salud –OMS-, ha declarado
que esa es una enfermedad seria. Y de hecho lo es, las secuelas de dolencias
pueden durar hasta dos años. Hay personas que son afectadas severamente,
principalmente los envejecientes y los que sufren de enfermedades de riesgos.
El Ministerio de Salud Pública de la República Dominicana
reporta que son cientos de miles las personas infectadas y ha llamado a
eliminar los criaderos de mosquitos por medio de la “descacharrización” y el manejo de las aguas en los patios y
calles de la zona rural y urbana.
Hacía mucho tiempo que no se reportaba el ataque masivo a
los dominicanos de virus o bacterias. Se
recuerdan enfermedades que atacaron como Kosovo, conjuntivitis, dengue,
malaria, virus H1N1, entre otras.
Muchos mitos sobre la
causa en el país de esta enfermedad se discuten en los medios facultativos,
medios de comunicación y los sectores populares. Se habla popularmente que
“esto no es ningún mosquito, esto fue una vaina, un químico que echaron por
Haina lo que lo produce”. En algunos casos se ha politizado el tema y reclaman
al gobierno que “explique la verdad, que eso no es ningún mosquito”. Se
preguntan, ¿si es el mismo mosquito que produce el dengue, porque hay tanta
Chikungunya y casi no hay dengue? Esta pregunta es interesante. Todos sabemos
que el dengue es una enfermedad endémica de estos climas tropicales y casi todo
el mundo está inmunizado, tienen los anticuerpos necesarios para poder
responder a la infestación; mientras que en el caso de la Chikungunya no se
tenían los anticuerpos, nuestros organismos estaban desprovistos de las
defensas necesarias que sirvieran de emergencia para dar respuestas biológicas
a la misma. Por eso nadie esta inmune a esa enfermedad y por eso está afectando
a “titirimundati”. Y sí, es el mosquito. No existe otro origen.
La enfermedad en este momento llegó al punto más alto de los
números de infectados y la tendencia de infestación ha bajado. Ya muchas
personas, con haberse infectado han creado sus anticuerpos, cosa que ayuda mucho
para ofrecer respuestas de emergencia y resistencia al virus, como explicábamos
anteriormente.
Ahora bien, los dominicanos debemos tomar un poco más de
conciencia sobre las enfermedades virales, principalmente las que en las zonas
tropicales son endémicas. La protección de la ciudadanía debe partir del Estado
con políticas de prevención e intervención efectivas. Introducir a las currículas
escolares los temas relativos a los contagios por virus, hongos y bacterias,
vinculando a los docentes y estudiantes en los programas de prevención. Las
universidades, empresas; las asociaciones de padres, madres y tutores; las
juntas de vecinos, los clubes culturales y deportivos; las Ongs y otras
organizaciones que hacen vida en las comunidades deben unir esfuerzos con las
autoridades del Estado, principalmente las municipales, para tomar conciencia
sobre el manejo de la basura y otros desperdicios. Así evitaríamos ser atacados
por plagas que diezman la salud y la vida de los ciudadanos.
El Chikungunya ha viene dejando una gran experiencia en
todos. Por nuestra parte no recuerdo haber visto una enfermedad de carácter colectivo
que haya afectado a tantas personas al mismo tiempo. Solo se oye decir: “¿Y qué
es lo tienes?, y responder: ¡Ay, la Chikungunya!
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