05 agosto 2014

El mosquito la transmite.


¡Ay, Chikungunya!

Por Virgilio López Azuán
Educador

Si fuéramos a elegir la palabra del año yo escogiera “Chikungunya”. Unos meses atrás nadie sabía que ese vocablo existiera, y cuando los dominicanos empezaron a pronunciarlo, la lengua, los dientes y los labios no tenían la disposición, ni habían realizado los ejercicios necesarios para dominar su fonética. Por eso a la Chikungunya se le llamó de diferentes maneras:  Chiyuncucha, Cuchichuncha, Chickun, Chiyinyunca, y otras más. Con el paso de los días ya las personas manejan más o menos la palabra. Ya nuestros órganos fonéticos están dispuestos para una fácil pronunciación. Y mientras más pase el tiempo, mejor dominio de la palabra se registrará en todos los segmentos hablantes del país.

La picadura de mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus  trasmite esta enfermedad y está presente en las Américas. Los síntomas pueden presentarse a partir de los 3 o 7 días después de la picadura del mosquito infestado. Se pueden presentar fiebres, dolor en las articulaciones, fatiga y depresión; fatiga ,dolores de cabeza, nausea y sarpullidos. Hasta el momento no existe vacuna para evitarla.
Ya la Organización Mundial de la Salud –OMS-, ha declarado que esa es una enfermedad seria. Y de hecho lo es, las secuelas de dolencias pueden durar hasta dos años. Hay personas que son afectadas severamente, principalmente los envejecientes y los que sufren de enfermedades de riesgos.
El Ministerio de Salud Pública de la República Dominicana reporta que son cientos de miles las personas infectadas y ha llamado a eliminar los criaderos de mosquitos por medio de la “descacharrización”  y el manejo de las aguas en los patios y calles de la zona rural y urbana.
Hacía mucho tiempo que no se reportaba el ataque masivo a los dominicanos de  virus o bacterias. Se recuerdan enfermedades que atacaron como Kosovo, conjuntivitis, dengue, malaria, virus H1N1, entre otras.
Muchos mitos sobre  la causa en el país de esta enfermedad se discuten en los medios facultativos, medios de comunicación y los sectores populares. Se habla popularmente que “esto no es ningún mosquito, esto fue una vaina, un químico que echaron por Haina lo que lo produce”. En algunos casos se ha politizado el tema y reclaman al gobierno que “explique la verdad, que eso no es ningún mosquito”. Se preguntan, ¿si es el mismo mosquito que produce el dengue, porque hay tanta Chikungunya y casi no hay dengue? Esta pregunta es interesante. Todos sabemos que el dengue es una enfermedad endémica de estos climas tropicales y casi todo el mundo está inmunizado, tienen los anticuerpos necesarios para poder responder a la infestación; mientras que en el caso de la Chikungunya no se tenían los anticuerpos, nuestros organismos estaban desprovistos de las defensas necesarias que sirvieran de emergencia para dar respuestas biológicas a la misma. Por eso nadie esta inmune a esa enfermedad y por eso está afectando a “titirimundati”. Y sí, es el mosquito. No existe otro origen.
La enfermedad en este momento llegó al punto más alto de los números de infectados y la tendencia de infestación ha bajado. Ya muchas personas, con haberse infectado han creado sus anticuerpos, cosa que ayuda mucho para ofrecer respuestas de emergencia y resistencia al virus, como explicábamos anteriormente.
Ahora bien, los dominicanos debemos tomar un poco más de conciencia sobre las enfermedades virales, principalmente las que en las zonas tropicales son endémicas. La protección de la ciudadanía debe partir del Estado con políticas de prevención e intervención efectivas. Introducir a las currículas escolares los temas relativos a los contagios por virus, hongos y bacterias, vinculando a los docentes y estudiantes en los programas de prevención. Las universidades, empresas; las asociaciones de padres, madres y tutores; las juntas de vecinos, los clubes culturales y deportivos; las Ongs y otras organizaciones que hacen vida en las comunidades deben unir esfuerzos con las autoridades del Estado, principalmente las municipales, para tomar conciencia sobre el manejo de la basura y otros desperdicios. Así evitaríamos ser atacados por plagas que diezman la salud y la vida de los ciudadanos.
El Chikungunya ha viene dejando una gran experiencia en todos. Por nuestra parte no recuerdo haber visto una enfermedad de carácter colectivo que haya afectado a tantas personas al mismo tiempo. Solo se oye decir: “¿Y qué es lo tienes?, y responder: ¡Ay, la Chikungunya!

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