25 noviembre 2010

Premio Cervantes para Ana María Matute

efluvismo@hotmail.com


Hay un saber que ronda los preludios de la entrega del Premio Cervantes, el máximo galardón de las letras en español: que una vez se lo ha ganado un latinoamericano, el premio regresa a España. Este año la regla se ha cumplido una vez más. Después de ser otorgado en 2009 al mexicano José Emilio Pacheco, este año la ganadora es la eterna nominada Ana María Matute, la española de 85 años, que con literatura infantil y fantástica se convierte en la tercera mujer en recibir este reconocimiento.

Desde que su pelo aún tenía visos de color, Matute se hizo llamar la maga del bosque. Quizás porque los bosques, las hadas y personajes que cruzaban a la otra orilla de la realidad habitaron incesantemente novelas como Los Abel, Fiesta al noroeste, Los hijos muertos, Primera memoria, Los mercaderes, Los soldados lloran de noche y La trampa. “El bosque es para mí, el mundo de la imaginación, de la fantasía, del ensueño, pero también de la propia literatura, y, a fin de cuentas, de la palabra”, dijo la autora catalana al entrar oficialmente como miembro de la Real Academia de la Lengua en 1998.
Su vocación como escritora se le reveló a temprana edad. Desde los cinco recuerda haber empezado a escribir y con tan sólo 19 años tuvo que pedir permiso a sus padres para poder hacer la publicación de su obra Pequeño teatro. Esa escritura infantil, esos mundos de niño, jamás la abandonaron y la infancia se convirtió en uno de los grandes temas de sus letras.
Como le sucedió a tantos otros escritores de su generación, la Guerra Civil impidió un desarrollo normal de su adolescencia y juventud. Luego, en 1963, se separó de su primer marido, el escritor Eugenio de Goicoechea, al que ella llamaba sin rodeos “el malo”, y le quitaron durante años la custodia de su hijo.
A pesar de las vicisitudes, sus novelas no dejaron de ganar premios. Él único que le faltaba y que confesó desear era el Cervantes. “Este premio se lo merecía por su trayectoria vital, por esa firme voluntad de ser narradora desde niña, por mantener esa vocación contra viento y marea y haber hecho de la literatura un medio de vida”, proclamó ayer la ministra española de Cultura, Ángeles González-Sinde, al leer el fallo que le otorgó 125 mil euros a la escritora que recientemente publicó La puerta de la luna. Cuentos completos, una bella antología que se anticipó al premio para celebrar su literatura


No hay comentarios: