26 noviembre 2010

Nuevos libros conforman el catálogo de la Editorial Voces de Hoy.

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Nuevos libros conforman el catálogo de la Editorial Voces de Hoy. Algunos de ellos fueron firmados por sus autores durante la reciente Feria Internacional del Libro de Miami, y hoy salen a la venta por las páginas de sus autores en nuestro sitio web: www.vocesdehoy.net. Entre ellos se encuentran:


Ellos besan y se van, de Shona González: Una promesa de amor y la llegada de un hijo inesperado, abren de par en par las puertas de la trama, para que entren en ella los elementos necesarios que hacen de esta novela una historia memorable. Junto a los defectos y virtudes de Johnny llegaremos hasta Inglaterra, para respirar los tenues colores de su campiña y el silencio oscuro de sus calles (Pedro P. Pérez).

Los come yuca, de Juan Carlos Rivera: […] es sin dudas un libro que cuenta con los ingredientes necesarios para el entretenimiento, pero además cuenta en su arsenal con los cimientos de la historia, en la interesante voz de una yegua indómita que narra el surgimiento de la paradisíaca isla de Vieques (Pedro P. Pérez).

Cartas para mi hijo adolescente, de Estela Mabel Vatri: […] escritas con toda la excelsa condición de una madre convoca a que un hijo sepa escoger el humor antes que la violencia y el resentimiento para que no se tome él mismo tan en serio, sin que olvide la distinción de la sencillez de la grandeza y la mansedumbre de lo verdaderamente potente (Estrella Fresnillo).

Son y sazón cubano, de María Argelia Vizcaíno: Un libro muy bien sazonado con una increíblemente amplia nómina de figuras cimeras (no sólo actuales, sino de nuestro pasado) de nuestras letras y nuestras artes (incluyendo, claro está, ¡cómo podían faltar!, las artes culinarias), de personalidades del más alto nivel (próceres y presidentes), de personalidades de otros países que aman y respetan a nuestra patria, y hasta deidades del panteón afrocubano. Por eso, es un libro “rico”, en sus dos acepciones: riqueza y ricura: la riqueza de su información y la ricura del sabor de los platos que propone. (Rodolfo Pérez Valero, prologuista)

Rosita Fornés. Historia de una Diva, de Evelio R. Mora: Rosita hace gala del dominio total de su cultura, y a su vez nos nutre con ella, a todos los que tenemos el privilegio de leer su biografía. La artista no deja espacio a la imaginación, es directa y certera en sus respuestas y reflexiones, y Evelio las plasma sobre el papel, sin omitir ni puntos ni comas. Es su voz, la de Rosita mujer, amiga y artista, la que se levanta con potente registro para en la nota final, derramar sinceridad y amor en sus palabras (Pedro. P. Pérez).

Entre luces, de Orestes A. Pérez: Los textos, una vez reunidos magistralmente, constituyen una muestra palpable de rigor y capacidad de análisis y síntesis, más asimismo de mesura y objetividad, dos aspectos que no siempre son fáciles de conjugar en su justa medida. Hablar más de esta obra es privar al lector del placer de descubrir por sí mismo, haciendo suyo, el placer de transitar entre flores y frutos por ese bosque encantado que se ha ido formando a través de este libro (Dr. Mario Martínez Mayo).

Paredes blancas, de Manuel Menéndez: Una novela recreada en un ambiente de la Cuba de los años 70. Manuel nos presenta un mundo donde las religiones desempeñan un papel importante en la vida del protagónico de esta obra: su esencia católica, heredada de una familia que se la trasmitiría desde sus primeros días y la opción tomada de deambular por las aguas de la religión Yoruba, para lograr su objetivo final, el amor de una mujer.(Pedro P. Pérez)


Mi amigo Nicolás, de Margarita Polo: Se trata pues, de un testimonio confidencial, de ahí su excepcionalidad, el carácter excepcional del testimonio. Muchas de sus referencias, como podremos advertir, son directas, recibidas de la fuente original aunque las confirme la biografía escrita. En su apasionada pesquisa, Margarita Polo ha rescatado un valioso repertorio documental del proceso clínico y textos escritos por Guillen en esa penosa etapa, que dan fe de que su poderoso aliento creador se resistía a desaparecer, aun en las dramáticas circunstancias de sus últimos días, donde prevaleció la evidencia de su excepcional humanidad (Ángel Augier).

Miércoles de ceniza, de Ernesto R. del Valle: Un libro que surge como resultado del premio recibido al cuento del mismo nombre, en el reciente concurso de Cuento Corto para el Estado de la Florida. Ernesto tiene la habilidad de contar y hacerlo muy bien, es incuestionable el sabor poético que se desprende suave y perdurable en las voces del narrador o de los protagónicos de cada cuento. En oportunidades, juega con la técnica del suspenso pausado, para dejar un final abierto a merced de la conclusión del propio lector (Pedro P. Pérez).

La ciudad de las noches sin estrellas, de Rubén Alfonso: Este fascinante personaje que nos describe, quien posee toda la apariencia de un perfecto truhán inocente, tiene realmente la inocencia perfecta de no saber hasta cuándo le durará el amor y ¿quién lo sabe realmente? Pero el truhán se queda inacabado, apresado, indefinido, inútil e imperfecto, porque vive con la vergüenza de su hombría y el decoro de su sexo, cuando en la entrega se satisface, satisfaciendo, priorizando el goce de la hembra que gratifica y reconoce en él a un hombre entero. La trama bien hilvanada, bien llevada, donde lo existencial nos llega con la carga refrescante del estilo coloquial… (Carmenluisa Pinto).

Los Martínez-Casado. Una dinastía de artistas cubanos, de Martica Ruilópez Martínez-Casado de Sykes: Esta segunda edición, corregida y aumentada de Los Martínez-Casado. Homenaje de amor, indica que, en el teatro y todas sus manifestaciones, sigue vigente esa estirpe genética increíble de talentosos artistas que, como dice la autora, "surge", más tarde o más temprano, cual genes ocultos en una generación para hacerse evidentes en la próxima (Ariel Remos).

Adrián Leiva. La batalla inconclusa, del Centro Cultural Cubano de Miami: ¿Qué hubiera sido de Adrián, sin la mala jugada de la muerte provocada? Seguramente, habría continuado dando un aporte imprescindible, dentro de Cuba en los momentos cruciales. Tal vez, en estos tiempos, estaría envuelto en alguna campaña generada por su mente infatigable, o influyendo en el impulso de un diálogo serio, necesario e inevitable, que él aseguraba, terminaría por abrirse en la nación cubana. Pero sobre todo, estaría organizando la batalla que había tomado como meta personal, con el objetivo de lograr el levantamiento de todas las barreras, que impiden el regreso sin condiciones, de cualquier cubano que viva en el exilio de regresar a su país (Miguel Saludes).

El juego de la memoria y otras historias, de Pedro Pablo Pérez Santiesteban: De Coral Gables a Puerto La Aurora, de la tía Cloty a la abuela Rosa, de la cotorra Munda al gato Lolo, de Mercedes a Luisa-Gaviota, de Celeste a Dolores, de la soledad al reencuentro, de la fantasía del sexo a la real monotonía, de la orfandad a la evocación, de la realidad al recuerdo, este autor de profunda sensibilidad y poética esmerada, navega conduciéndonos sobre su imaginación por un río de caracteres, donde más allá de cualquier otra connotación, el amor está escrito con mayúscula (Carmenluisa Pinto).

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