METAPOEMA A LUCIA
Por:
Abraham Méndez Vargas
Todo luce cuando de Lucía
se trata. No sé tu nombre aun.
Sólo he visto tus fotografías.
Tú nombre tiene sabor de atún.
Un sabor marino al atardecer.
No sé desde cuándo te amo.
Tus bellos ojos al anochecer,
tienen la color de que soy amo.
Un problema en que no quiero
pensar, es que no sé tu nombre
completo, y algún día espero,
contarte cada bello estambre.
Y no me digas que no quieres,
al caer el sol sobre moviente mar,
dejar que yo te pueda un día amar,
cuando a la rosa tú inquieres.
Mi vara estará aun bien verde,
para llevar a lejanos mundos
tu corazón que no es inmundo,
y darte esa Troya que en ti arde.
No quiero que creas que estoy loco.
No quiero que me veas con pena.
Ni que por la pasión tus venas,
Me llamen al amor un poco.
Quiero darte esa eternidad
que muchos reyes soñaron,
pero que nunca alcanzaron,
al no tener de su lado la verdad
que es el amor verdadero,
como es por ejemplo que quiero
no lo que te llena de dinero,
sino del amor imperecedero.
Serás lo que en el fondo eres,
un fin propio y luminoso,
como tus lirios bien hermosos,
pues naciste entre muchas flores.
Si miras dando unos pasos,
adonde yo solo estoy, .
donde Dios ha dicho Yo Soy,
lucirás eterno un por si acaso.
Barahona, R.D.,
4 septiembre, 2009
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