Hoy
las sombras del smog son metales que asesinan, ruidos de calles en sus ecos de cemento. Hoy debajo de
los puentes, carnavales de sonidos y aserrín, pasa el agua, pasa todo. Pasa el
tiempo detenido, pasan lluvias afligidas. Hoy debajo de los puentes cruza el
hambre, con sus flores, esas bocas silenciosas que mastican tantas piedras. Pasan manos, y pasan drogas, la muerte sobre
ruedas mira al lado los cadáveres de otras guerras. Hoy las luces penetradas,
en los autos recursivos, pitan locas con rabias de chofer. Hoy se muere este
asfalto, debajo de los puentes, hoy se mueren otras luces como rayo
incandescente. Hoy debajo de los puentes cruzan hombres afligidos, peces
cortos, largos y asesinos. Debajo de los
puentes, pasa el juego y la madrugada, los luceros hacen rondas por muchachas sin
amores. Hoy la sombra de esta casa abre puertas, mueren ensordecidas flores de
jazmín, debajo de los puentes. Hoy la sombra de este auto se mueve vertical,
con otras mentes, otros cerebros temblando. Debajo de los puentes el corazón se
para, mastica los vacíos y la gravedad del cielo temblado de nubes. Hoy pasan
hombres y ratones, la rana enamorada, las miserias de la vida,
los besos repetidos. Hoy debajo de lo puentes pasan los inviernos y los
veranos, la foto de la niña que tanto amamos. Pasa la prisa asustada de
pistolas, buscando mariposas, pasa la muerte pintada de amarillo. Paso yo, y
Santo Domingo entero. Pasamos todos debajo de los puentes como metales
suspendidos, llenando de asfalto los delirios.
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