Danilo e Hipólito

Danilo e Hipólito: De discursos hablamos.
AUTOR: VIRGILIO LÓPEZ AZUÁN

Ha sido proclamado oficialmente como candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana –PLD-, el  Licdo. Danilo Medina Sánchez. Con este acto se da el banderazo para iniciar la campaña en busca del solio presidencial de este hombre del sur dominicano, que a base de inteligencia y estrategia política ha sabido manejar situaciones difíciles a lo interno de su partido.

Danilo Medina ha demostrado que tiene personalidad propia, que no es manejable y que sabe el deber que le corresponde como ciudadano y político. Ha sido el gran armador de las campañas electorales del PLD y ha dado muestra de que conoce los problemas nacionales.

Se enfrenta ahora a un candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano _PRD-, que carga con el lastre de haber hecho una de las peores gestiones que gobierno alguno haya hecho en la República Dominicana, incluso superior al de la debacle del gobierno del Dr. Salvador Jorge Blanco, del mismo PRD, él que provocó una poblada en el año 1984 donde fallecieron víctima de la represión más de 200 personas mal calculadas.

Se enfrenta a una persona con escasa inteligencia lingüística, y pobre inteligencia matemática, elementos fundamentales para los políticos como lo expresa Haward Garner en su libro  sobre “Inteligencias Múltiples”.

Esa escasa inteligencia lingüística del candidato del PRD es la misma que no le permite coordinar un discurso con coherencia interna, que da saltos gramáticas y de ideas, que está impactado en su morfología por la improvisación y  el caos  gramatical. Esa misma inteligencia que le permite hacer transiciones en el discurso, que le hacen perder la unidad interna de las palabras, y muestra su debilidad para empalmar las ideas.

Aquí no nos estamos refiriendo a las frases que utiliza el candidato del perredé, que son extraídas del “decir popular”. No, esas frases pueden utilizarse en política, pero en los contextos adecuados, no sin ton ni son, para chistar o para impresionar y a veces burlarse de un pueblo que no tiene la culpa de que su gobierno 2000-2004, y otros gobiernos hayan hecho poco o nada por la educación y que exista un porciento aberrante de analfabetismo absoluto y potencial.

Los discursos deben llevar en su interior aprendizajes significativos para cambiar las cosas, para cambiar la vida. Deben tener elementos que expresen la realidad, pero que a la vez brinden sueños y esperanzas.

Del Dr. Joaquín Balaguer fue el gobernante de los últimos tiempos que más “Palabras del pueblo” y frases utilizó en sus discursos, que tenían una fuerte carga del léxico popular. ¿A caso no recuerdan cuando dijo, refiriéndose al extinto Dr. José Francisco Peña Gómez, que este se “Había hecho pupú fuera del cajón”, cuando aludía a un discurso de este líder político? O la del Profesor Juan Bosch que creo palabras nuevas para ser utilizadas en el lenguaje político del pueblo dominicano, entre ellas, la palabra “Tutumpote” y la frase: “Hijos de Machepa”, refiriéndose a los adinerados del país en el primer caso y a los pobres, muy pobres en el segundo caso.

Pero que nadie se equivoque, el político que tiene mejor inteligencia interpersonal es el candidato del PRD. Es capaz de conectarse con la gente de manera instantánea. Esa es una de sus virtudes políticas. Esa es la que le ha dado el triunfo. Y como la gente es la que vota, hay que ponerle mucho caso y no subestimar su capacidad de poder acceder al poder, a pesar de sus escasas inteligencias antes aludidas.

He dicho todo esto para referirme al discurso de Danilo Medina en su acto de proclamación. Como hemos oído, el discurso fue bien recibido por muchos entendidos en política, fue catalogado como “buen discurso”. Estuvieron presentes, las realidades, los sueños, y las esperanzas de las gentes. Estuvieron presentes las frases de alto nivel lingüístico y poético, y las frases del pueblo llano. El discurso llegó a las fibras sensibles del pueblo dominicano. A decir de muchos que conversaron conmigo el discurso les “engrifó los pelos” de la emoción.

Si bien Danilo Medina no es un gran manejador escénico, ni un maestro de la oratoria, bien es cierto que se creció en ese discurso. Que delimitó su estilo con el de los otros políticos del patio. Su grandeza radicó en los sentimientos de humildad y devoción por un pueblo dominicano que merece otro gobernante que viene de las entrañas de la pobreza del pueblo dominicano. Más aún del sur, que siempre ha estado atrapado por la miseria y el abandono. Danilo Medina, en su discurso mostró coherencia lingüística e inteligencia interpersonal capaz de revertir los números de las encuestas que aparecen publicadas,  a sabiendo que muchas de ellas son pagadas por sectores interesados del país, y  se encuentran amañadas, que solo buscan confundir a la población votante.

Ya el PLD tiene su candidato, un formidable candidato, un hombre formado para gobernar, con los principios políticos y  filosóficos del profesor Juan Bosch, con las ideas de Duarte, Sánchez, Mella y Luperón; y con la estirpe de los hombres que tienen un compromiso de gobernar para el bienestar de las grandes mayorías pobres del pueblo dominicano.

efluvismo@hotmail.com