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Santo Domingo
POR MANUEL MORA SERRANO
En días pasados, fue puesto a circular por la Editora Nacional, casi clandestinamente, un libro que se había esperado desde hace años porque se suponía que en él, su autor, Manuel Mora Serrano, iba a desmitificar algunos mitos legendarios de nuestra literatura y a revelar otros hechos.
Al evento no fue invitada la prensa, aunque la sala se colmó de amigos de la literatura y del autor. Se trata de un grueso volumen de 797 páginas intitulado ‘Postumismo y Vedrinismo primeras vanguardias dominicanas’, editado en Alfa y Omega.
Historia
Mora Serrano enfrenta de manera directa los criterios externados por prominentes intelectuales y críticos nacionales acerca de la proclama del movimiento vedrinista, ya que ambos escritores sostienen que se trata de la primera vanguardia latinoamericana; asimismo, el autor demuestra los antecedentes claros de nuestras vanguardias; la existencia de los primeros poemas en prosa durante el siglo XIX; y quiénes son para él, los verdaderos introductores del modernismo en el país; pasa revista a los movimientos vanguardistas del siglo XX y señala que, además de estos dos ismos o movimientos, hubo el criollismo iniciado por un poema de José Joaquín Pérez y encabezado por Bienvenido Salvador Nouel y Arturo Pellerano Castro; el yoísmo de Ricardo Pérez Alfonseca y el “socialismo” de Federico Bermúdez.
Demuestra con escritos de la época todo el proceso revolucionario de quién fue reconocido como fundador y creador del postumismo. El texto está dividido en tres partes. La primera trata de los antecedentes; la segunda hace un paralelo entre Vigil Díaz y Domingo Moreno Jimenes al estudiar ambos ismos y la tercera, señala lo que ocurrió al postumismo después del “Golpe de Estado” a Moreno como “Sumo Pontífice” del movimiento.
No señalaremos en estas notas las conclusiones a las que arriba Mora Serrano, pero muchos lectores y sobre todo los profesores de literatura de liceos y universidades tendrán que revisar sus textos. Por ser un libro sumamente polémico, esperamos que el mismo silencio en torno a su presentación, no continué arropando su contenido, porque más de veinte años de investigaciones y debates no pueden ser tirados por la borda sin análisis.
Santo Domingo
En días pasados, fue puesto a circular por la Editora Nacional, casi clandestinamente, un libro que se había esperado desde hace años porque se suponía que en él, su autor, Manuel Mora Serrano, iba a desmitificar algunos mitos legendarios de nuestra literatura y a revelar otros hechos.
Al evento no fue invitada la prensa, aunque la sala se colmó de amigos de la literatura y del autor. Se trata de un grueso volumen de 797 páginas intitulado ‘Postumismo y Vedrinismo primeras vanguardias dominicanas’, editado en Alfa y Omega.
Historia
Mora Serrano enfrenta de manera directa los criterios externados por prominentes intelectuales y críticos nacionales acerca de la proclama del movimiento vedrinista, ya que ambos escritores sostienen que se trata de la primera vanguardia latinoamericana; asimismo, el autor demuestra los antecedentes claros de nuestras vanguardias; la existencia de los primeros poemas en prosa durante el siglo XIX; y quiénes son para él, los verdaderos introductores del modernismo en el país; pasa revista a los movimientos vanguardistas del siglo XX y señala que, además de estos dos ismos o movimientos, hubo el criollismo iniciado por un poema de José Joaquín Pérez y encabezado por Bienvenido Salvador Nouel y Arturo Pellerano Castro; el yoísmo de Ricardo Pérez Alfonseca y el “socialismo” de Federico Bermúdez.
Demuestra con escritos de la época todo el proceso revolucionario de quién fue reconocido como fundador y creador del postumismo. El texto está dividido en tres partes. La primera trata de los antecedentes; la segunda hace un paralelo entre Vigil Díaz y Domingo Moreno Jimenes al estudiar ambos ismos y la tercera, señala lo que ocurrió al postumismo después del “Golpe de Estado” a Moreno como “Sumo Pontífice” del movimiento.
No señalaremos en estas notas las conclusiones a las que arriba Mora Serrano, pero muchos lectores y sobre todo los profesores de literatura de liceos y universidades tendrán que revisar sus textos. Por ser un libro sumamente polémico, esperamos que el mismo silencio en torno a su presentación, no continué arropando su contenido, porque más de veinte años de investigaciones y debates no pueden ser tirados por la borda sin análisis.
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