02 mayo 2010

EL EFLUVISMO (No. 1) / Una reflexión partiendo de ideas del surrealismo.


Por Virgilio López Azuán

Los poemas del efluvismo no son repeticiones del mero automatismo que plantea Bretón. El efluvismo no es la meta poesía del surrealismo. El efluvismo se vale de la conciencia y aspira a más, a tascar las aguas de la supra conciencia, más no de las aguas de la infraconsciencia, esos mundos plagados "Pájaros y demonios" que nadie debiera visitar y mucho menos encender fuegos para que el humo de sus palos verdes no inunden el resplandor de la supra conciencia. Ahora bien, el cultor que se apoye en la infraconsciencia podrá estar haciendo cualquier cosa, menos una poesía de carácter efluvista, sería en este caso, poesía del INFRAVISMO, que es un concepto a discutir.

Con la poesía del efluvismo se tienen muchos caminos abiertos, pero todos apuntan a un solo objetivo, la trascendencia del ser para producir en él una catarsis, capaz de explicarse uno mismo, la vida, el mundo y el cosmos. En el efluvismo si bien las palabras las dicta el pensamiento, como en todos los casos, este es producto de una reflexión sobre el lenguaje, de una formación holística, y de una concepción de la imagen como punto de partida para canalizar los efluvios. Pero esa imagen puede ser real o imaginaria, estar asociada al mito o a lo cotidiano; a las palpitaciones del ser interior. El mito es el mismo mito en los planos de la conciencia que en el mundo real. Lo que se hace con el efluvismo es que se recrea ese mito con un sentido trascendente. Y repito trascendente porque esta palabra es usada por los interioristas, y cabe en el efluvismo. Es más mis primeras orientaciones fueron del Movimiento Interiorista que preside Bruno Rosario Candelier, pero orillando (como dice él) otras vertientes del pensamiento y la expresión.

En el efluvismo las ideas son perfectamente lógicas, pero no la logia del pensamiento común, es la lógica propia de la poesía, la lógica del ser interior, porque la poesía tiene su lógica interior, que resiste además una explicación científica desde la lógica de las ciencias. Si no es así sería la poesía del efluvismo un simple automatismo, repentismo, o inspiración al estilo planteado por los griegos.

El efluvismo, no rechaza, absorbe y trasmuta; saca del todo o de la nada, no importa cuales sean la concepciones estéticas, los movimientos, las escuelas, y el modelo o canon. El efluvismo no pretende encasillar a nadie, no roba libertades de pensamientos; no opone, solo es un camino más para la expresión. Acepta el automatismo, el repentismo que provenga de la conciencia del Ser. En eso no es intransigente. Ahora bien, esto puede resultar muy abstracto, pero en los mundos interiores donde se produce la génesis del pensamiento sensato, esto tiene un lenguaje bastante claro. No debe confundirse con postulados gnósticos, ni espiritualistas y mucho menos espiritistas (En este último puede ser caldo de cultivo del llamado INFRAVISMO). No debe pensarse que sigue corrientes filosóficas, metafísicas, religiosas o científicas, etc. No, el efluvismo tiende a ser como si el cosmos se conflagrara, y se produjera un pensamiento superior que una a la humanidad. Al menos si esto no es una meta es por intencionalidad, por amor al planeta, al mundo, al cosmos y el género humano.

Lo maravilloso de la mente humana es la capacidad tiene en ciernes, de explicar los fenómenos. Ya la ciencia ha tenido avances extraordinarios, pero si en su primer paso tiene tanta tela por donde le cortemos, (la observación) lo que sigue después tendrá que ser más riguroso, y de hecho, los científicos están de acuerdo con este juicio y exigen más rigurosidad con el método. Cada vez más se perfecciona, más se exige de las técnicas y sobre todo, cada vez más el mundo de las hipótesis trae nuevos retos. El efluvismo tendrá que probar algunas hipótesis en términos teóricamente aceptables, relacionadas con la consciencia y la inconsciencia, la esencia y el ser. Más que probar sería estar claro en la naturaleza, de las mismas, sin dar por concluido el tema a la luz de tesis encontradas. Esto parece difícil, pero no lo es, ha de llegar el momento en que el cultor del efluvismo encuentre su manera de expresión sobre la base del deslizamiento en los mares de la conciencia y/o la supra conciencia si alcanza niveles altos de maestría en el dominio del lenguaje, el pensamiento y la conducción de los efluvios…

Un asunto importante es que debe aceptarse la veracidad de la existencia de los efluvios, de las emanaciones, musas, inspiraciones o cualquier otro término relacionado. Partiendo de ahí podremos hacer algo. Decir que eso existe y es comprobable mediante las reglas científicas todavía es debate de muchos analistas. Pero nadie puede negar que de algún lado, por alguna causa o motivo se produce el acto de la creatividad, o como dicen otros "el milagro de la creatividad". Convencido de que las emanaciones para producir poesía utilizando el lenguaje y que ese lenguaje sea un metalenguaje como dirían los metapoetas, es que postulo por una manera de expresión poética. Olvidar los juegos de palabras las "mañas" literarias, ayuda mucho cuando se practica el efluvismo. Aquí la poesía no es gota a gota pensada como decía Gabriel Zelaya. Hay que abrir canales de expresión, donde fluya la poesía con su alta esencia, basada en un lenguaje sustancial.

¿Quién o quienes me hicieron pensar en el efluvismo? No fueron las teorías de André Breton, Soupault y otros teóricos del surrealismo que luego hicieron sus aportes significativos. No, ni siquiera fueron los exquisitos poemas de Federico García Lorca que despertó en mi el instinto poético. Fue el título de un libro de otro grande: Miguel Hernández, poeta español de guerra civil. El título es "El rayo que no cesa". Pensé que los efluvios pueden canalizarse y convertirse en rayos que no cesan. Esto, reitero, parece absurdo, pero es una manera más de pensar. Si tomamos como cierto que los efluvios existen, que provengan de un campo "magnético" del inconsciente como supone Bretón o no, esos efluvios deben tener una dirección, y si el poeta es capaz de ponerle dirección con autoconciencia sería algo fenomenal, extraordinario diría yo. Bueno, esto suena demasiado aéreo y hasta puede ser risible. Entonces, pensé que debe haber algún método o técnica para canalizar esos efluvios. En eso piensa el efluvismo, crear las técnicas o el método de canalización de esas emanaciones…. Yo siempre me preguntaba porque había creadores, independientemente del contexto, histórico, mercadológico, hegemónico en el cual se desarrollan estos creadores, su poesía es trascendente, que supera todas las ideologías, todas las formas de expresión. "Nobles, villanos, prohombre y gusanos" ponderan esa poesía en el poema y todo el mundo, no importando los riegos de la multivocidad y la sugestividad concluyen con la trascendencia de ese poema. Esos se convierten en clásicos de la literatura, que todo el pueblo los canta, aunque no entendamos nada del mismo, pero que a su vez puede minarnos de luces diamantinas en el cosmos de nuestro ser. Eso es maravilloso.

Bueno, volvamos a los efluvios. Diré algunas cosas ahora porque cuando esté listo el manifiesto, si es que lo termino, esto no estará en la proclama. Además, no estoy desesperado porque lo conozcan, eso ahora no tiene trascendencia… Debo, como he dicho madurar, reflexionar algunos conceptos, y sin ser psicólogo o metafísico, mis estudios están ahondado en las reflexiones de importantes tratadistas: los clásicos y los modernos. Imagino el humo que provocan las hojas secas al quemarse. Imagino que el efecto del viento lo hace sinuoso, y no sigue una línea recta. Ni siquiera es recto del rastro de un rayo en el cielo que produce su luz quebradiza y a veces se rebela con ese formato y hasta hace semicírculos. El rayo que no cesa sería el que traza una línea recta desde la conciencia hasta el poema y desde ahí al público, pudiendo provocar un efecto dominó en los lectores, con aceptación general de ese poema.

Imagino también a un sulfita que fluye en una la ola, domina la tabla, mantiene el equilibrio y se desliza con movimientos plásticos sobre la superficie del agua, ejerciendo control de los vericuetos que trae la ola. Así debe ser el cultor del efluvismo, en este caso la tabla es el lenguaje, la estética está determinada por la plasticidad de los movimientos. El agua es la conciencia humana, y en estado más puro, la supra conciencia.

El desarrollo de la conciencia es básico para el cultor del efluvismo, y de ahí en adelante el cultivo de la poesía de conciencia. Puede que las palabras salgan disparadas como por un efecto magnético y sean atrapadas por el cultor, y que en ese proceso se pueda organizar una idea o un cuerpo de ideas, capaces de explicar la naturaleza de las mismas con esencia suprema del acto creador.

Como dije en el artículo anterior todavía el efluvismo es una "vaina" muy personal, una técnica, que toma todos los valores de todas las corrientes de pensamientos para expresarme por medio de ellas. Todavía no concluyo con la tesis del efluvismo. Tampoco sé si esto llegue a alguna parte. De lo que estoy seguro es que a mi me está funcionando, he cambiado todos mis esquemas para escribir, estoy libando, y me siento cómodo con lo que hago. No me creo inventor de nada y nunca haré movimiento alguno, nunca lo presidiré. Pero tampoco coarto a seguidores que se enrumben por estos predios. A lo mejor en mis hondas reflexiones que estoy haciendo, muchos de estos conceptos queden atrás. Estoy, con estas opiniones practicando la forma ENSAYO-ERROR, que me sumerge en un círculo de grandes retos.

Estas opiniones han surgido del debate muy fructífero con Ike, que además de ser un gran cultor de la poesía, es una persona que ausculta la trascendencia. Que al igual que yo con formación marxista, arrastrado en lo social con criterios fundamentales, tenemos espacio para estas opiniones que fortalecen el pensamiento literario del sur dominicano.




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