Por:
Abraham Méndez Vargas.
Tus bellas ramas invisibles como telarañas,
tus héroes duros que los aires todos vuelan,
a este planeta de luz en árboles que encadenan
su clorofila en el éxtasis, pasión extraña.
Tu eres ese Supermán, Rambo, ceros Siete,
efectos especiales que doblegan materias
pero disímiles; acero que las arterias
no corta, ni la razón es pues tan candente.
La humanidad es babosos gusanos de seda,
que en su red cuelgan como seres imaginarios,
donde amor y odios no son ya esos entes contrarios.
Agarraos del árbol de la vida; ahora crece
artificial y poderoso y en el huerto queda
el Árbol del Amor en que mi Dios permanece.
Barahona, 11 agosto, 2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario