HONDUIRAS: DEMOCRACIA CERCENADA

Por Virgilio López Azuán (Exclusivo para Panorama Azuano)

Toda la sociedad política internacional ha sido impactada por el golpe de estado perpetrado en Honduras. Parecía que ya este tipo de acción no se repetiría en siglo XXI por el avance de la democracia en el mundo y particularmente en los países latinoamericanos. Una trama troglodita de sectores de las fuerzas armadas, el congreso y la justicia del país hondureño, y ahora respaldado por la iglesia Católica, violentando la voluntad popular por intereses espurios destituyeron a Manuel Zelaya, quién terminaría su periodo en el enero del 2010.
Si bien es cierto que a Zelaya se le critican algunas acciones que han sido catalogadas anticonstitucionales, esto no justifica esa acción de marras que lo ha depuesto. La democracia es una manera de vivir juntos donde el respeto es una de sus columnas principales, y esto es lo que no ha habido en Honduras, respeto a un pueblo luchador que ansía la paz y la concordia.
En este momento, al día de hoy, 5 de julio del 2009 se le ha impedido al presidente Zelaya aterrizar en suelo hondureño. Se disponía hacerlo a través del aeropuerto Toncontín de Tegucigalpa en un avión de matrícula venezolana. Fueron apostados en la pista de aterrizaje vehículos policiales y militares, y un fuerte contingente de soldados y policías. El avión se quedó en el aire y por lo menos dos civiles fueron asesinados. Centenares de miles de personas han protestado en las calles, no solo en honduras, sino en América latina, Estados Unidos y Europa. Las organizaciones políticas como la OEA, la ONU, el ARCA, la SICA y otras tantas más, junto a presidentes de los cinco continentes han rechazado el golpe de estado de manera enérgica y contundente. En poco tiempo ya el pueblo hondureño sentirá los consecuencias del aislamiento que han decretado los demás países en contra del gobierno de facto.
Si los dominicanos nos miramos al espejo de Honduras recordaremos tristemente el golpe de estado del año 1963 contra el gobierno constitucional del profesor Juan Bosch que desencadenó la ocupación norteamericana en 1965, y tendió un manto oscuro a la historia política dominicana y donde miles de ciudadanos perdieron la vida. Para entonces, el pueblo dominicano, heroico, defendió en las calles la vuelta a la constitución, violentada, vulnerada y cercenada por malos dominicanos con vínculos internacionales, que solo buscaban sostener una hegemonía política con características burguesa y explotadora.
Se entiende que el golpe de estado a Juan Bosch se debió a las ideas marxistas y a los cambios fundamentales que experimentaba la sociedad dominicana bajo el gobierno salido de las urnas y al avance del comunismo en America latina, cosa que Estado Unidos no podía permitir por los conflictos Este –Oeste de entonces. Ahora Manuel Zelaya, enrumbado por el socialismo, con el apoyo de Hugo Chávez y Fidel Castro y otros presidentes con ideas progresistas y democráticas, como lo es el Presidente dominicano Leonel Fernández, no tiene el mismo escenario que el de Juan Bosch en el 1965. Ahora, el presidente de los Estados Unidos dice solo reconocer a Zelaya como el único presidente de Honduras, pero que mandatarios como Chávez reclaman a Obama que aclare la posición de Estado Unidos ante el conflicto, porque parece que sectores norteamericanos están detrás del asunto.
La verdad es que nuestros pueblos no tolerarán gobiernos de facto, rechazarán todas iniciativas anticonstitucionales, y todas las acciones de Micheletti serán condenadas por entender que no son justificada bajo el canon de la democracia moderna que se construye en el continente y que por cierto debía fortalecerse más para evitar las injusticias que padecen amplios sectores de las poblaciones.
Se espera que la situación hondureña puede resolverse, primero volviendo a constitucionalidad y restaurando el gobierno de Manuel Zelaya y después generar un amplio consenso para lograr la gobernabilidad en ese querido pueblo. Toda América está pendiente de los sucesos, toda Republica Dominicana está siguiendo paso a paso ese drama donde ya muchos hermanos hondureños están siendo maltratados y perdiendo la vida. Hay que hacer todo lo posible por evitar un derramamiento de sangre, la solidaridad internacional debe fortalecerse para que esto no marque antecedentes e inspiración en sectores atrasados y gorilistas de nuestros países.