02 julio 2009

A cien años del nacimiento de Juan Bosch



Por Virgilio López Azuán

El siglo XX dominicano recordará a Juan Bosch como una de las figuras cimeras de la política, la cultura y sobre todo de la moral. Siguiendo los modelos éticos predicados por el ilustre educador Eugenio María de Hostos, Bosch supo influir en el pensamiento dominicano de una manera determinante. Supo compilar en sus escritos las raíces y la evolución del ser nacional. Conocía la ontogénesis, la psicología y las maneras de vivir del pueblo oprimido y los sectores dominantes.
Su vocación literaria lo llevó a interpretar mediante dimensiones costumbristas esencias preclaras del dominicano para que no nos perdamos en el camino.
Si Bosch no fue el arquitecto del pensamiento social y político del siglo XX dominicano, contribuyó a crear las vías de acceso para la creación de una sociedad basada en valores, donde la dignidad humana es la más alta expresión de la conciencia.
Con sus obras literarias creó las ideas básicas para un canon del cuento que ha servido para que los escritores de habla hispana encuentren las maneras para expresarse, y lo hizo con extremada sencillez, pero con altos valores estéticos y lingüísticos.
Supo este gran dominicano con su auto didactismo sorprender con las propuestas más elevadas del pensamiento critico y artístico.
Nadie como él supo de las veleidades de la política y siempre se esforzó en dignificarla. Fue tan prolífico que con vocablos y frases como “Tutumpote”, e “Hijo de machepa”, hizo contacto con el sentir de un pueblo que lo entendió y latió con él. En determinados momentos algunos de “hijos políticos” manipularon y se sirvieron de su legado sin hacer aportes sustantivos a la sociedad.
Toda Hispanoamérica reconoce en Juan Bosch en su dimensión cultural como una de las más altas cumbres de la literatura, reconoce su aporte a la dignificación de la política y el ser humano. Todos los dominicanos debemos reconocer que la dimensión de su obra trasciende las ideologías mezquinas de algunos sectores del patio, enquistados en los grupos más conservadores y explotadores, que han heredado maneras oscuras de explotación, que medran a la sombra como búhos insaciables.
A cien años del natalicio de Juan Bosch su legado debe ser estudiado y difundido como base para encontrar nuestra esencia dominicanista.

No hay comentarios: